La diligencia de reconocimiento de las presuntas agendas para lo cual fue citada Nadine Heredia sirvió para observar toda la parafernalia y expresiones casi naturales que ofreció ésta al salir de la Fiscalía.

La naturalidad con la que se dirigió a la opinión pública dio muestra clara de su frialdad sin turbación para enfáticamente decir que desconocía tales objetos y sus contenidos.

Cabe preguntarse, si lo observado es un nuevo estilo o práctica común de sus acciones que, en todo caso, serían excelente material de estudio para cualquier profesional de la psicología humana.

La presunción de inocencia o el ejercicio de las libertades individuales no justifican y mucho menos protegen el engaño o negación de una verdad para salvaguardar esos derechos.

Si de estrategia o táctica legal se trata, hay que distinguirla muy bien porque en realidad se expresó sin vergüenza.

Mario Andrés