Un Gobierno de caca
Gestos y acciones que hieden
Los ciudadanos del Perú, la mayoría sin salir aun de su asombro y el mundo entero a través de los medios de comunicación, acaban de conocer un hecho sin precedente en la historia del país y que difícilmente sucedería en cualquier sociedad democrática del mundo.
Se sabe que en política, los gestos y acciones son importantísimos no solamente para quienes realizan los actos, sino fundamentalmente por el efecto o repercusión política que los mismos ocasionan en la imagen personal, institucional o del estado como colectivo social.
La aberración jurídica cometida por el máximo representante del estado peruano al firmar una resolución en la cual resulta siendo juez y parte, constituye un descarrío que vuelve a cuestionar su capacidad, descalificándolo moral y políticamente por tan reprobable acto.
Verdaderos asesores políticos, imaginamos le hubieran recomendado abstenerse de semejante barbaridad, sin embargo, lo que agrava el hecho, es la firma de tres ministros de estado que, igualmente han demostrado una vez más con sus acciones la materia y/o energía de la que están constituidos.
El primer ministro Pedro Cateriano, del interior Pérez Guadalupe y de justicia Gustavo Adrianzen, quienes han refrendado la resolución, resultan a la luz de cualquier sano razonamiento los tontos útiles de esta nueva boñiga política, al respaldar con sus firmas la infame y grosera decisión que destituye a la Abogada Julia Príncipe Trujillo, merecidamente reconocida como símbolo de la anticorrupción en los últimos años.
Gustavo Adrianzen ha dicho textualmente “he renunciado en aras de contribuir a la necesaria estabilidad que demanda nuestro país, he presentado ante el señor presidente de la republica mi renuncia irrevocable al cargo y esta ha sido aceptada”.
Acaso cree este señor como torpemente ha pretendido hacer creer que, “el sr. Presidente de la republica” no le aceptaría su renuncia? Cree acaso que durante su gestión ha contribuido o cumplido con las tareas para las que se le pagó su sueldo con el dinero de todos los peruanos?
Este sucio personaje en realidad ha demostrado con sus acciones el poco o ningún respeto que se tiene así mismo, ya que la verdad innegable es que lo iban a censurar, léase, expulsar por sus acciones nada correctas y que hoy a la luz de los hechos conocidos podrían compararse con las acciones desleales de cualquier sicario, metafórica y políticamente hablando.
Los otros dos signatarios tienen las barbas en remojo, toda vez que igualmente resultan imputables de responsabilidad política por las acciones denigrantes que se esconden detrás de ese baldón que descubre la catadura moral de los firmantes.
La ineptitud y poca vergüenza de no fijar una posición clara del país frente a los hechos en la vecina nación de Venezuela, los escandalosos actos de corrupción en todos los niveles, las modificaciones a la ley de reglamento de las FF.AA. para favorecer con descaro a militares dañando la carrera de otros tantos, la grave crisis económica en la que inevitablemente caerá el país como consecuencia del desgobierno de esta gestión; sumándose a todo lo mencionado, la muerte “misteriosa” de Emerson Fasabi, las verdades conocidas a través de las agendas “perdidas” pero negadas de Nadine Heredia y, el atropello constante a la institucionalidad en el país, hacen de este gobierno una de las caricaturas más ridículas en la historia peruana.
La democracia tiene sus mecanismos de defensa y autocontrol. Solamente hay que conocerlos y aplicarlos, de manera que esos actores políticos igualmente deberían tener sus días contados en el ejercicio de sus cargos por incompetentes y desleales con los intereses del estado.
La mediocridad, incapacidad, corrupción, deslealtad, cinismo y desvergüenza hacen de esta gestión, un verdadero gobierno de caca.
Mario Andrés