La Justicia en el Perú
Mira, discrimina y premia
Observar lo que sigue sucediendo en el Perú es realmente frustrante y risible. Comprobar día a día como se van degenerando principios y valores en un pueblo bello, que continua dormido complacientemente ante los atropellos y barbaridades de cuantos sinvergüenzas se encuentren al frente de algún cargo público, o peor aún, sin tener ninguna autoridad moral o representatividad legal hacen lo que le viene en gana con la anuencia y/o complicidad de la ignorancia colectiva que permanentemente acepta y permite intolerables afrentas.
El termino justicia se encuentra bien definido en cualquier diccionario, dicho sea de paso, es el único lugar donde se le puede encontrar en el Perú. Sin embargo, justica es lo que menos se entiende y/o practica en el País.
Las diferentes situaciones políticas, sociales y económicas que ha experimentado la república, especialmente en los últimos cincuenta años así lo demuestra con evidencias abrumadoras.
Simbólicamente la justicia está representada por una mujer con los ojos vendados, sosteniendo una balanza de dos platillos con una de sus manos y portando una espada con la otra.
El tener los ojos vendados representa que la justicia no mira a las personas o las cosas, solamente observa hechos, acciones, es decir, esencialmente la justicia es igual para todos.
La balanza de dos platillos representa el razonamiento, la evaluación de las partes, considerando los argumentos, pruebas y/o evidencias en ambos lados.
La espada representa el filo de esa justicia con el cual castigará al o los infractores o culpables.
Veamos solamente dos ejemplos con los cuales respetuosamente invito a que piense y se responsa a si mismo ¿qué significa todo esto?
Debo mencionar para que no exista confusión alguna que, no represento ni soy simpatizante o miembro de grupo o partido alguno y, mucho menos estoy interesado en defender o atacar a nadie. Sencillamente comparto mi reflexión y opinión con la sana intención de ayudar a ver y/o entender la realidad nacional desde otra perspectiva.
En la actualidad, una mujer totalmente desconocida e improvisada cuyo mayor mérito es su condición de mujer (aunque con sus acciones cada vez más incongruentes y equivocadas denigra tal condición) hace y deshace a su antojo, como si estuviera en “su chacra” sin que autoridad alguna, institución, persona o su marido la pueda ubicar poniéndole los pies en tierra.
¿Qué está sucediendo actualmente con esa mujer y su entorno? Muy sencillo, torpe y groseramente está agraviando a las instituciones del estado y al pueblo en su conjunto, ignorando e irrespetando los procedimientos legales ante la incapacidad por parte de los que representan a esas instituciones, quienes por ineptitud, complacencia o ignorancia están permitiendo que se produzcan semejantes atropellos.
En cualquier país civilizado, democrático y respetuoso de las leyes, se hubiese dictado de inmediato una orden de captura para la infractora, ya que si bien es cierto tiene todo el derecho de no declarar en contra de su voluntad, igualmente tiene la obligación de permanecer en el recinto donde está siendo cuestionada por la autoridad legal.
Retirarse de la forma como lo hizo, del primer poder del estado, negarse a asistir ante la citación de un Fiscal, constituyen acciones flagrantes que ameritarían su detención inmediata; desafortunadamente en el Perú todavía no existe la conciencia ciudadana de cumplir y hacer cumplir las leyes por parte de las autoridades correspondientes.
El otro caso es el del Gnrl. EP. Leonardo Longa López quien fue pasado al retiro en diciembre del 2014, dizque por renovación de cuadros cuando en realidad tanto a él, como a muchos otros oficiales generales y superiores sencillamente se les pasa al retiro por intereses políticos o injustamente malogrando sus carreras profesionales.
Ya se ha visto como este año, luego del retiro de Longa, han ascendido cuatro generales de la promoción de Humala sin tener los requisitos profesionales y legales correspondientes, ¿para qué? Bueno, eso es fácil de imaginar.
El asunto es que, el general Longa acudió al poder judicial, presentó su caso y luego de los procedimientos correspondientes el fallo judicial ordenó su reposición inmediata al servicio activo. ¿Qué dice o hace el poder ejecutivo ante esa resolución de un poder del estado?
Lo que le da la gana! Sencillamente desconoce la orden del otro poder del estado y simplemente, no pasa nada! Esa es la justicia que hay en el Perú! ¿Se está dando cuenta usted de lo que está sucediendo en el país? ¿Qué hacen las otras autoridades, los llamados políticos, los “congresistas” las instituciones civiles, ¿Qué están haciendo al respecto? Exacto! Absolutamente nada!
Y sabe ¿Por qué? Simplemente porque así ha sido siempre y seguirá siendo hasta que el pueblo no despierte, entienda, comprenda y exija a todos esos mediocres que ocupan cargos públicos, que es el pueblo quien paga sus salarios y, que son empleados de ese pueblo que con generosidad inmerecida tolera tantos abusos.
Para que exista una verdadera armonía entre los ciudadanos de un país, todos, sin excepción están obligados a cumplir y respetar las normas legales, no hacerlo como en estos y muchos otros casos es simplemente muestra evidente de que la justicia en el Perú mira, discrimina y premia a los sinvergüenzas.
Mario Andrés
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