Los candidatos, periodistas y funcionarios no solo deben ser honestos, sino también deben parecerlo!
Acciones que evidencian la decadencia moral en el Perú.
Se está llegando a la recta final de lo que serán estas inolvidables y anecdóticas elecciones en el Perú y dentro de ese contexto seguimos observando cada vez más frecuentemente la aparición de nuevos representantes del cinismo moderno que, con su retórica alborotada siguen influyendo nocivamente el pensamiento de las personas en temas centrales como son valores, verdad, desarrollo, respeto, progreso, integridad y todo cuanto represente bienestar general.
En este carnaval electoral que contiene dentro de su secuencia un “debate” entre candidatos, se podrá comprobar una vez más lo mucho de lo poco que esgrimirán estos representantes que aspiran el sillón presidencial en tan promocionado encuentro.
Servirá entonces para que usted observe sin olvido, apasionamientos, odios, resentimientos ni nada que se le parezca lo que cada uno de estos candidatos expresará ese día, donde imaginamos por los antecedentes de los mismos, que cada quien dirá lo que mejor suene a su oído, sin importar si está siendo consciente de sus afirmaciones o negaciones, al final, es parte del show mediático.
Observamos con pesar y preocupación como algunos periodistas conocidos, políticos, ex presidentes y personas “notables” no dudan en deslizar sus debilidades humanas al parcializarse irrespetuosamente en sus comentarios, a sabiendas que sus opiniones contribuyen en la formación de opinión pública; imaginamos que dirán algunos “si lo hace el premio nobel, porque no podríamos hacerlo también nosotros”.
La historia no se puede cambiar. Los hechos y las acciones de quienes gobernaron el Perú en distintas épocas y circunstancias se encuentra debidamente registrado; el olvido, ingratitud e ignorancia son el común denominador de todos estos años.
El Perú de hoy esta como está gracias a su gente y a las acciones buenas y malas que ejecutaron todos los gobernantes, sin excepción, incluido Humala, eso hay que entenderlo y comprenderlo con mucha claridad.
Todo peruano responsable y medianamente informado debería saber sin ninguna duda que, la elección del actual gobierno se produjo como consecuencia del error político de los que lideraban las encuestas y el endose público que hicieran el autor de la “tía Julia” y el implicado en el caso “Ecoteva”; se sabe bien lo que ha sucedido en estos cinco años de gobierno, pero, la lectura final se tendrá al termino del mandato.
Hablar de “Velasquistas”, “Belaundistas” “Alanistas” “Fujimoristas” “Toledistas” o “Humalistas” no es más que la repetición de un aforismo patoso que únicamente consigue exacerbar los ánimos de los menos informados y que irónicamente son los que al final terminan pagando las consecuencias de tales hierros.
Basta ya de tanta ignorancia, odio y rencor. Ha llegado la hora en que el ciudadano actué consciente y responsablemente. No es posible que se siga observando manifestaciones donde la fobia, la intransigencia y los menores de treinta años continúen siendo utilizados y/o manipulados para expresar rechazos que no conocieron y mucho menos sintieron.
Los ciudadanos responsables deben despertar de una vez por todas y no dejarse influir por el odio, ignorancia, rencor o fanatismo ideológico o político, venga de donde venga.
Concluimos la nota reafirmando que los candidatos, periodistas, funcionarios y el ciudadano en general no solo debe de ser honesto, sino que definitivamente debe parecerlo y para que esto suceda sencillamente se debe actuar con mayor responsabilidad, siendo consecuentes con lo que se dice y se hace, sin olvidar en ningún caso, que siempre será más relevante lo que se hace y no lo que se dice.
Supuestamente todos los que participan en el proceso electoral son peruanos y desean lo mejor para el Perú entonces, ¿por qué las actitudes enfermizas, agresiones innecesarias, intereses subalternos o tanta maldad?; es que no se dan cuenta del condicionamiento y las manipulaciones que reciben permanentemente desde diferentes frentes?
Si verdaderamente se pretende lograr alguna variación importante en el país, lo primero que se debe conseguir es un verdadero cambio individual. Si te equivocas no hay nada de malo con eso, siempre y cuando sea tu equivocación y no la del equivocado que influyó en tu decisión; lo irónico del asunto es que al final no eres únicamente tú el que termina pagando el precio del desatino.
Piensa bien, reflexiona, TU tienes el poder para ese cambio personal.
Mario Andrés