Vacancia Presidencial
Crónica de una muerte anunciada
Cuando se pretende justificar lo injustificable
Desde la independencia del Perú, muchos hechos desarrollados en el país y, muy especialmente, acciones acontecidas en las dos últimas décadas, han demostrado objetivamente, la raíz de las preocupaciones existentes.
La falta de identidad nacional, la doble moral, la hipocresía social y la constante decadencia de valores, constituyen y/o fortifican la fuente de esa unidad inexistente; en ese sentido, se hace cada vez más evidente la precaria situación del país, de lo cual se sirven con descaro, quienes con atrevimiento han venido y pretenden seguir obteniendo ventaja de intereses personales y subalternos.
Los hechos y acciones desarrolladas por el actual presidente del Perú, muestran objetivamente que este, al parecer sigue confundiendo con torpeza, al igual que una serie de personajes, llámense políticos, abogados, periodistas, politólogos y todos quienes en las circunstancias actuales, desorientan a la opinión pública con pareceres alejados del fondo del asunto.
Tal vez algunos, con impericia, contribuyen con pavor en la distorsión de una realidad cada vez más patética que, desafortunadamente forma parte de la existencia de un país, que no consigue salir del entrampamiento en el cual se encuentra.
Es esa falta de identidad nacional, conocimiento, madurez cívica e indiferencia contagiosa lo que viene produciendo la parálisis ciudadana, lo cual impide una reacción lógica y natural del pueblo. No se debería extrañar por tanto, llegue a producirse en cualquier momento una explosión social, toda vez que, las condiciones se presentan cada vez con mayor frecuencia. Llegará el tiempo en que resulte imposible detener su efecto.
La moción de “Vacancia Presidencial” por la causal de incapacidad moral, presentada el 21 de Diciembre pasado por diversos congresistas de diferentes agrupaciones políticas, la defensa personal y “legal” presentada por el presidente y su “abogado defensor” tratando de justificar lo injustificable, sumado a las acciones individuales que ejercieron los congresistas a la hora de la votación, dieron un resultado que evidenció la fragilidad a la que hemos aludido líneas arriba, pero, sin resolver el tema de fondo; sino más bien, complicando aún más el escenario político-social.
En los meses posteriores, se ha seguido hablando del asunto, argumentando “opiniones” divergentes que, como bien sabemos, no valen nada, precisamente, por ser “opiniones”; sin embargo, estas acciones si han captado la atención de la mayoría de personas y sobretodo ha condicionado la corriente de opinión pública que, como es casi ya una norma habitual en las “sociedades modernas”, distorsiona la realidad de los “hechos”, los cuales a diferencia de las opiniones, si son sucesos válidos y aceptados.
Nuevamente, diversos congresistas de distintas agrupaciones políticas han presentado una moción de “Vacancia Presidencial” por la supuesta incapacidad moral del presidente de la república.
Es deber del Congreso de la República, escuchar, revisar, debatir, analizar y fallar al respecto, en base a los elementos de juicio que pudieran o no existir sobre el particular.
Entiéndase claramente que, la moción presentada, no corresponde o pertenece al orden jurídico, nada de eso!. El asunto, el fondo del tema es político, por tanto resulta imprescindible comprender eso, antes de emitir cualquier juicio de valor. La materia corresponde a la conciencia, ética y el respeto a los valores humanos.
Para llegar a un resultado justo, es imprescindible comprender ese “fondo del asunto y no la forma del mismo”; en ese sentido, este, no es otro que, la INCAPACIDAD MORAL PERMANENTE.
Que se entiende o debemos entender por incapacidad moral permanente?
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, dice al respecto lo siguiente: INCAPACIDAD =”Falta de capacidad para hacer, recibir o aprender una cosa”.
MORAL = De las acciones o conductas de las personas con respecto al bien y al mal o relativo a ellas. Que no pertenece al orden jurídico, sino a la conciencia o el respeto humano. Que es correcto, aceptable, éticamente bueno.
PERMANENTE= Que permanece o dura.
Entonces, fácilmente podemos sin confusión alguna, comprender que estamos hablando de la “Falta de Capacidad para accionar correctamente en el tiempo”.
El actual presidente de la república, antes, durante y después de la presentación de la moción de vacancia ha realizado una serie de acciones, entiéndase hechos , que demuestran fehacientemente una conducta inaceptable, por decir lo menos, para representar a más de 32 millones de peruanos que pagan su salario.
Es verdad que, fue elegido para gobernar hasta el 2021, pero qué pasa si los “hechos” están demostrando de manera indubitable que, “esa capacidad moral” INDISPENSABLE para el FUNCIONARIO PÚBLICO # 1 del País, ha sido seriamente alterada por las acciones (entiéndase hechos o conductas) del propio cuestionado? Ahi esta el detalle, como diría el famoso “Cantinflas”.
Todo hace presumir que estamos ante la crónica de una muerte anunciada, la cual pudo y debió evitarse, si se actuaba con inteligencia y una pequeña dosis de dignidad; sobretodo, si los que fungieron de defensores hubiesen comprendido bien, que no se puede justificar lo injustificable.
La Constitución Política del Perú está próxima a cumplir 25 años desde su promulgación y es gracias a esa ley de leyes ( requiere algunos ajustes y/o modificaciones) que rige los intereses nacionales que, el país pudo reconstruirse y fortalecer su economía, entre otras acciones positivas.
La Constitución contempla los mecanismos legales y democráticos de la figura legal de la vacancia presidencial, por tanto, mencionar “golpes de estado”, riesgo de gobernabilidad y tantas otras sandeces, no es más que una demostración evidente de la ignorancia de quienes esgrimen tales argumentos.
Todo país que se precie de vivir en un régimen democrático , debe contar con un instrumento legal que permita utilizar los resortes y mecanismos legales que le permitan el ejercicio transparente de sus propias acciones con la anuencia del soberano.
Tengo la absoluta convicción, de que si los peruanos, representados legalmente por sus congresistas, aprendieran a exigir a estos que, actúen de acuerdo al mandato popular, se solucionarían muchos de los problemas existentes.
Desafortunadamente, hasta el dia de hoy, el soberano no comprende aún que, el poder emana del pueblo y los salarios de todos los funcionarios igualmente sale del bolsillo de quienes consienten con pasividad e indiferencia el maltrato reiterativo de quienes están obligados a servir y no servirse del pueblo.
Difícilmente se puede observar con objetividad la realidad de los hechos, cuando directa o indirectamente se es parte de los mismos; por eso, con el único propósito de contribuir a mejorar la comprensión del fondo del asunto, ofrezco esta modesta aportación, alejado de toda simpatía, intención política o partidaria en el país, ese, no es el caso de quien suscribe la presente nota.